Pasó la marcha. ¿Qué sigue?
Pasó la marcha, o más bien las marchas. Confieso que me fui a asomar y terminé haciendo el recorrido completo del Ángel al Monumento a la Revolución. Los doce mil que fuimos, según Batres, parecíamos mucho más. En fin, dejo la contabilidad a los contadores, respetadísimos profesionales.
El punto es que si bien la marcha fue un éxito de convocatoria y asistencia, no es sino el primer paso en la lucha por defender al INE, que es decir, defender la democracia que tanto ha costado conquistar a esta sociedad. Cuántos dieron la vida por lograrla. Cuántos perdieron tanto. Y ahora que la tenemos, defectuosa, cara, onerosa, los del poder la quieren eliminar, pese a ser beneficiarios de ella. Bien decía mi admirado Nicolás Maquiavelo: la primera obligación de quien tiene el poder es conservarlo, por la vía que sea necesaria. Y también dijo en su gran descripción del poder que es su obra “El Príncipe”, que da mejor resultado ser temido que amado por el pueblo. En fin, lean el libro si no lo han hecho o vuelvan a ojearlo.
Me han llegado infinidad de mensajes con las direcciones de redes sociales de diputados, senadores, para exigirles por esas vías que voten en contra de la reforma que propone el ejecutivo. Creo que sería más eficiente vía correo electrónico. En la página de los diputados, concretamente en https://web.diputados.gob.mx/inicio/tusDiputados, encontrarán ustedes la manera de localizar a su diputado y al hacerlo aparece su dirección de correo electrónico. Lo mismo en el Senado, solo que ahí el sitio web es: https://www.senado.gob.mx/64/senadores/por_orden_alfabetico. Ahí directamente aparece el correo electrónico.
Y por favor no salgan con que no tuvieron tiempo o cualquier otro pretexto. Si creen que la reforma que promueve el ejecutivo y apoyan sus huestes parlamentarias es negativa para nuestra democracia, menos quejas, menos memes y más acción. Si por el contrario creen que es positiva, allá ustedes.
Agur.
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