París

La Ciudad Luz, Lutecia como la llamaban los romanos, además de ser la capital de Francia es uno de los centros culturales y turísticos más importantes del mundo. Quienes han ido a París, lo saben: una de las ciudades más atractivas del planeta. Quienes no han ido, seguro que quieren ir. 

La historia de París es fascinante y ha dejado rastros que hoy día son atracciones turísticas únicas y fascinantes. Además de eso, París es la capital mundial de la moda, centro del diseño joyero, una capital tecnológica y el principal lugar gourmet del planeta.

Muchos dicen que los parisinos son difíciles e incluso antipáticos. No tengo esa experiencia. He tenido ocasión de estar varias veces ahí y me ha ido bien; debo aclarar que hablo razonablemente bien el francés y seguramente eso influye. Sin embargo, la primera vez, cuando tenía 17 años, apenas comenzaba a aprender el idioma y aun así tengo muy buenos recuerdos de esa estancia. 

En París hay de todo y para todos. Desde los lugares más exclusivos y caros del mundo hasta la experiencia de quedarse en un alojamiento barato y disfrutar así de la cultura y belleza que París tiene de sobra. Veamos algunas de las cosas que ofrece esta bella ciudad:

Museos: algunos de los más famosos del mundo están ahí, comenzando por el Louvre, antiguo palacio cuyos inicios se remontan a la Edad Media y que hoy es quizá el más conocido del mundo. Contiene obras de arte que todo el planeta conoce, como la famosa Mona Lisa de Leonardo da Vinci; antigüedades de todo el mundo, particularmente de Egipto y el Medio Oriente así como de toda Europa. Es tan grande que visitarlo completo tomaría varios días. Como sea, una visita de un día o al menos medio día será suficiente para darse una idea y disfrutar del arte mundial y la historia como en pocos otros lugares.

Hay muchos museos más; mencionaremos dos que no deben faltar en su itinerario: el Museo del Quay D’Orsay y el Centro Pompidou. El primero está dedicado a las artes plásticas, particularmente en el siglo XIX, con una de las colecciones de obra impresionista más importantes del mundo. El segundo alberga arte moderno y contemporáneo, además de ser un centro cultural pleno de actividades. Entre muchísimos otros, uno muy peculiar: el Museo del Alcantarillado, ubicado en los túneles del alcantarillado de París.

Comida: Quizá la mejor, seguro entre las mejores del mundo. Desde restaurantes mundialmente conocidos hasta puestos callejeros con delicias únicas. Si al ir a París usted tiene oportunidad de ir a alguno o algunos de sus más ilustres restaurantes, considere al Pré Catalan, en el Bosque de Boloña; el Épicure, dentro del hotel Bristol, uno de los cinco grandes de París, y el L’Ambroisie, en el barrio de Marais. Los tres con cinco estrellas Michelin, que como usted sabe, solo los mejores del mundo tienen.

Pero el mundo de los grandes no es lo único. En París se puede comer de maravilla en casi cualquier lado. A continuación, unas cuantas recomendaciones de su servidor, arbitraria por supuesto pero que comparto con mucho gusto:

  • Brasserie Lipp: una de mis favoritas “brasseries”. Esta palabra designa a un lugar donde se come y que originalmente hacía su propia cerveza. Como quiera, tienen un ambiente, decoración y menú muy del gusto de su servidor y tienen excelentes cava y bar también.
  • Maison d’Alsace: en los Campos Elíseos, comida y bebida alsaciana de primera. No deje de probar la fuente de mariscos, el conejo y la cerveza y vinos alsacianos. De primera.
  • Angelina: en la Rue Rivoli, cerca del Louvre: excelente repostería, ideal para el té de la tarde o un café a media mañana. También se come y cena.
  • Café de la Paix: En los bajos del actual Hotel Intercontinental París, en la Plaza de la Ópera. Con un menú maravilloso que incluye mariscos de fábula, carne tártara, fois gras… en fin. Un lugar muy elegante y delicioso.
  • Crepas: por toda la ciudad hay creperies, con una variedad pasmosa. No deje usted de probar las de marron glacé o castaña confitada que venden incluso en la calle en la zona de Montmartre.

Y mil lugares más. 

Paseos: una de las razones por las que París merece al menos una semana es que hay mucho que pasear y conocer. Le recomiendo mis paseos favoritos:

  • El bosque de Bolonia (Bois de Boulogne): antiguamente fuera de la ciudad, actualmente integrado. Hermoso lugar lleno de parques, restaurantes, muy agradable para pasear y conocer.
  • Montmartre: el “monte de Marte”, en la zona norte de París, es una zona bohemia, artística, divertida. Artistas que hacen retratos en la calle y pequeñas plazas, muchos lugares para comer y dominándolo todo, el templo del Sagrado Corazón o Sacre Coeur, desde donde se tiene París a los pies y se disfruta mucho la vista.
  • La margen izquierda y el Barrio Latino: contrariamente a lo que podría creerse, el Barrio Latino se llama así porque en él se ubica la Universidad de París, también conocida como La Sorbona y durante siglos la enseñanza universitaria, desde la Edad Media hasta la Modernidad, se impartía en latín, la lengua culta del mundo europeo. En esta zona se puede uno divertir, comer y beber muy a gusto, tiene un sabor estudiantil y bohemio. Tiene vestigios romanos, como las Arenas de Lutecia, las termas de Cluny y el Foro. Monumentos como el Panteón, la iglesia de St. Etienne-du-Mont, el templo de San Severino, el Palacio de Cluny, que alberga un museo medieval y las famosas termas romanas. Restos medievales, muchos de ellos, como la Place Maubert, la muralla de Felipe Augusto, del año 1200, la antigua Abadía de Santa Genoveva. Librerías, bares, fondas, teatros y cines. Gran lugar para pasar al menos un día.
  • Los grandes monumentos de París: la catedral de Nuestra Señora, o Notre Dame de Paris; el Arco del Triunfo; los Campos Elíseos; la torre Eiffel; las Tullerías; los palacios; la ópera; los bulevares; las joyerías, aunque sea desde la acera; las grandes tiendas, como las Galerías Lafayette o Printemps; el río Sena y sus barcos de recorrido turístico en los que se puede cenar y disfrutar una velada; por mencionar algunos. 

Por favor, no se pierdan de ir a París. Vale la pena el esfuerzo y el costo. Una de las grandes favoritas de los viajeros de los últimos dos mil años. 

@maestrovigil

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