Londres

Seguimos con nuestras aventuras viajeras. En esta ocasión toca a la hermosa ciudad de Londres, capital de Inglaterra y del Reino Unido, sede de la corona y una de las capitales más importantes del mundo en cuanto a cultura, entretenimiento, gastronomía, museos y belleza urbana.

La llegada a Londres, si viene usted del continente americano o de casi todas las otras capitales europeas, es normalmente por el aeropuerto de Heathrow. Imponente con sus cuatro terminales y la diversidad de tiendas, restaurantes, salones VIP, áreas de descanso, en fin. No está exactamente en la ciudad, pero sí muy cerca. En taxi se hace menos de una hora al centro, trayecto que suele ser complicado por el tránsito.

Es bonito llegar volando a Londres, porque normalmente, para preparar el aterrizaje, el avión le da una vuelta a la ciudad y es hermosa: el río Támesis, que la atraviesa, los celebérrimos edificios de Westminster, incluyendo el Parlamento y la torre del Big Ben, quizá el reloj más famoso del mundo, la abadía del mismo nombre y por supuesto, la Torre de Londres, el puente de Londres y tantos puntos más.

Del aeropuerto a la ciudad, se puede ir en taxi como ya decíamos, la opción más cara entre los transportes disponibles para el público. Si usted hace arreglos previos con su hotel, por ejemplo, puede organizar que un transporte especializado y normalmente de lujo pase por usted a la terminal. Fuera de eso, hay tren, metro y autobuses, tanto públicos como del propio aeropuerto que dan servicio de “shuttle”.

Si usted llega a Londres por primera vez, sepa que es una ciudad cara y muy grande en extensión. Que dependiendo del presupuesto de cada quien, hay quien se mueve en coches rentados con chofer -los menos- y quien usa el transporte público, que son los más. Para ello, es muy importante contar con la tarjeta “Oyster”, que le permite usar autobuses y el metro, que en Londres se llama “The Tube”, o “el tubo”. 

Cómprese su tarjeta, hay máquinas expendedoras en muchas entradas a las estaciones del metro. Además son recargables y la forma más económica de moverse en la ciudad.

¿Dónde hospedarse? Otra vez, cuestión de presupuesto. En Londres, como en toda gran capital, hay opciones para todos. Mientras menos se pueda gastar en alojamiento, más alejado del centro estará, eso es normal. Hay muchos hoteles de fama mundial o de cadenas muy lujosas, que cuestan entre 750 y más de mil libras la noche por una habitación; las suites, ya se imaginarán. Hay algunos hoteles locales que son también de gran prestigio y cuestan lo mismo que los de renombre internacional. Por ejemplo, el Brown Hotel, en donde por cierto sirven uno de los “Roastbeef” más aclamados de Londres. Otro maravilloso es el Goring Hotel, ubicado cerca de la estación Victoria de ferrocarriles en la elegante zona de Belgravia y por detrás del Palacio de Buckingham. Su restaurante cuenta con una estrella Michelin y tres AA Rosettes, que es un sistema de reconocimientos inglés. Y para el desayuno, por ejemplo, no admite que se usen “jeans” o pantalones cortos. Mucho menos en la comida, té o cena.

El bar es hermoso y muy sensible. En todas las mesas hay un pequeño caballete suplicando que no se use el celular mientras se esté ahí. Ahí mismo se sirve el té de las tardes, delicioso e inolvidable. En fin, podríamos seguir describiendo hoteles, pero no es el propósito.

En Londres hay tanto que ver, que literalmente es imposible disfrutar de la ciudad en unos cuantos días. Sin embargo, lo que se pueda ver se disfrutará mucho. Comencemos por las atracciones mundialmente famosas que hay que visitar.

  • La Torre de Londres. Un lugar fantástico. Construida en el siglo XI, sigue siendo un lugar icónico y por siglos ha sido objeto de ampliaciones y reparaciones. Ha sido cárcel, palacio real, museo, en fin. Ahí se guardan las joyas de la corona, que pueden ser visitadas por los turistas. Si quiere saber más de este sitio, vea https://es.wikipedia.org/wiki/Torre_de_Londres
  • La National Gallery. Ubicada en la plaza de Trafalgar, es el museo de arte más importante del Reino Unido. No se la pierda. https://www.nationalgallery.org.uk/
  • La Abadía de Westminster y el Parlamento. Sobre el río Támesis, uno de los conjuntos más impresionantes y espectaculares del mundo, sin duda. https://whc.unesco.org/en/list/426/
  • La zona de Picadilly Circus. Calles comerciales como Regent Street, Oxford Street y las aledañas son muy concurridas. Desde las grandes marcas de diseñadores hasta tiendas populares están en esta zona, que además está en el West End, donde se encuentran los teatros más famosos. Desde aquí se puede acceder a pie al famoso Hyde Park, a Covent Garden y las tradicionales tabernas de la zona, la Royal Opera House, el antiguo mercado de flores. Picadilly Circus específicamente es una glorieta -de ahí el “circus” de su nombre- con gran actividad y una muy identificable fuente con una pequeña estatua de Eros como remate. Ahí se juntan turistas jóvenes y no tan jóvenes. Es una especie de punto de inicio de muchos paseos londinenses. https://loving-london.com/es/piccadilly-circus-en-londres/
  • El museo Churchill. Si es usted como un servidor, amante de la historia , antigua y reciente, no deje de visitar este lugar, muy especial. Se trata de los “Churchill War Rooms”, complejo subterráneo situado a espaldas del Parlamento. Aparte de las instalaciones subterráneas preparadas especialemente para Sir Winston como primer ministro como refugio en bombardeos, está un museo dedicado a Churchill muy pero muy interesante. Poca gente conoce y va a este sitio. Vale la pena. https://winstonchurchill.org/visit/churchill-war-rooms/
  • London Eye, o el Ojo de Londres. La rueda de la fortuna quizá más famosa del mundo, está a orillas del Támesis y es el mejor mirador de la ciudad. Anímese, las cabinas, que no canastas, son amplias, alojan a unas 20 personas cada una y la velocidad de giro es muy lenta, justamente para que usted disfrute de la vista y la experiencia. https://es.wikipedia.org/wiki/London_Eye
  • Modern Tate. Si le gustan las artes plásticas y en particular el arte contemporáneo, no se pierda este museo extraordinario. Es de los más importantes del mundo y sus colecciones y exposiciones son extraordinarias. https://es.wikipedia.org/wiki/London_Eye
  • Otros museos: British Museum. ¡No se lo pierda! Uno de los museos más importantes del mundo con colecciones y objetos únicos, desde la prehistoria hasta nuestros días. El Victoria and Albert, dedicado a la vida diaria en el siglo XIX y exhibiciones temporales buenísimas. El museo de ciencias, el de historia natural, en fin. Londres es la ciudad con el mayor número de museos en el mundo. Le sigue la Ciudad de México, por cierto.
  • Otros paseos: no se pierda los parques, camine por Belgravia, Chelsea, Westminster, Soho, Covent Garden; y recuerde que en Londres se come de lo mejor. La cocina inglesa tiene mala fama en algunos ambientes, pero en realidad en Londres hay restaurantes de todo el mundo, literalmente. Y la cocina inglesa contemporánea es muy apreciada. Encontrará desde el más fino local francés hasta tacos. Carísimos y muy accesibles. En Londres se come de maravilla. Si por causalidad se encuentra en la zona de Notting Hill, le recomiendo un restaurante francés muy rico, accesible y de buen humor. Digo esto porque se llama “Bloody French”, que podría traducirse como “Mugre francés”, o peor. Y sin embargo, está rico y no es caro. https://bloodyfrench.typepad.com

Finalmente, las compras: tiendas muy famosas, como Harrod’s, Liberty, Fortnum and Mason, centros comerciales como la Burlington Arcade, zonas como Portobello Street Market, en pleno Notting Hill; y bueno, para qué le cuento. Vaya a Londres a la primera oportunidad y disfrute a sus anchas. Hay de todo para todos. 

Además, claro, están los paseos de un día que pueden hacerse desde Londres a sus alrededores. Las ciudades universitarias de Cambridge y Oxford son dos de las más populares; otra opción es ir a visitar Stonehenge, uno de los sitios arqueológicos más importantes de Europa. Si quiere preparar su visita, como es recomendable, vaya a https://es.wikipedia.org/wiki/Stonehenge

También está Stratford-upon-Avon, la ciudad donde nació William Shakespeare. No está tan cerca de Londres pero es viable la visita yendo en tren saliendo temprano y volviendo a finales de la tarde. La visita a la casa del gran escritor es muy interesante y divertida, porque la propiedad tiene a varios actores vestidos a la usanza del siglo XVI, declamando poemas o monólogos y diálogos de sus obras de teatro.

Al estar en Londres, hay que visitar los “pubs”. Abreviatura de “public house”, o “casa pública”, ha sido por siglos una de las tradiciones inglesas más queridas. Punto de reunión, de convivencia, de socialización y para informarse. De hecho por ahí del siglo XVII los primeros periódicos ingleses los publicaban los “pubs” más importantes.

Existe también la opción de lo que ahora llaman “gastropub”, o un pub con cocina más sofisticada. Primero hay que conocer y sentir los tradicionales, comer ahí sus “fish and chips”, o hamburguesas, o lo que ofrezcan y luego ir a los gastronómicos. 

Si le gusta la idea, en esta dirección de internet se listan 15 “pubs” históricos. Cualquiera de ellos le dará la idea muy claramente. https://loving-london.com/es/mejores-pubs-londres/

Una recomendación en cuanto al transporte público: los taxis son caros pero muy eficientes. Para ser taxista en Londres hay que estudiar, entre dos y cuatro años. Luego pasar un examen muy exigente, en que se puede preguntar por cualquier calle de Londres y el examinado tiene que saber dónde está exactamente. Leí alguna vez que los taxistas de Londres tienen un promedio de inteligencia superior a la media de la población. Y debe ser cierto, porque siempre saben a dónde y por dónde. Alguna vez uno de ellos me preguntó a qué me dedico; le contesté, por economía, que comentar en radio y tele, lo cual en ese momento era cierto. Me preguntó que sobre qué tema; le respondí que prácticamente cualquiera, en función de las noticias e intereses del día, a lo cual replicó que eso lo podría hacer él también. Y yo le dije que en ese caso, yo también podría manejar un taxi en Londres, a lo que contestó con un lacónico: “No, you couldn’t”. (“No, no podría”).

Recomiendo sobre todo el metro. Los autobuses en el centro van demasiado lento por el tránsito de vehículos, aunque fuera de esa zona ya van a buen paso. 

En cuanto a música, la oferta londinense es enorme y muy variada. Conciertos de artistas populares, cabarets -recomiendo sobre todo “The Crazy Coqs”, donde hay espectáculos y artistas muy buenos. https://www.brasseriezedel.com/crazy-coqs/

Además están los teatros: musicales de fama mundial, en el West End encontrará las más exhuberantes y magníficas producciones. Y si le gusta la música de concierto, no puede perderse ir al Royal Albert Hall. Sede de la Filarmónica de Londres, se presentan artistas y orquestas de todo el mundo, ofreciendo una experiencia única.

Y la ópera, mi favorita personal: en la Royal Opera House, en Covent Garden, se presenta un repertorio muy amplio con los cantantes más famosos del mundo. Una de las casas de ópera más importantes del mundo.

¿Quiere deportes? Si es temporada, vaya al futbol. No es barato y puede ser muy caro, pero si es usted un o una fanática, no se lo pierda, vale la pena. Por lo menos el “tour” al estadio de Wembley.

Y bueno. Siempre hay un momento en que hay que parar, porque esto puede extenderse demasiado. 

Viaje, disfrute, conozca. Porque nos encanta vivir.

Enrique Vigil (@maestrovigil)

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