¿Cómo detonar los químicos de la felicidad?
Tu cerebro es tu aliado en la producción de las sustancias químicas de la felicidad, aquellas que equilibran tus emociones, que mantienen sana tu autoestima, que te mueven hacia tus objetivos y que te hacen sentir bien.
Las actividades que realizamos en nuestro día a día conspiran en la producción de esas sustancias que nos dan una sensación de felicidad al estar satisfechos con nuestros logros, con nuestras relaciones con los demás, con las decisiones que tomamos y con nuestro nivel de compromiso para alcanzar la mejor versión de nosotros mismos.
Debemos estar orgullosos de haber cubierto la mayor parte de las etapas de nuestra vida de manera exitosa, pues aquí estamos; estamos respirando, y, por lo tanto, la estamos haciendo.
Más allá de si tenemos en la vida condiciones asociadas con elementos que proporcionan felicidad, como el amor y una posición económica holgada, es posible saber lo que ocurre en nuestro organismo cuando tenemos un chispazo de alegría y cómo provocarlo.
Cinco químicos de la felicidad
- Dopamina, la que nos da la felicidad
Es la sustancia química encargada del placer. Es también la responsable de la motivación y su alta concentración está asociada con alcanzar nuestros objetivos. Puede estimularse durmiendo al menos siete horas al día y haciendo ejercicio, algo que si se hace a diario constituye un triunfo cotidiano que nos hace sentir bien. Es responsable de sentimientos como el amor y la pasión. Cuando damos el primer paso hacia un objetivo, y cuando lo cumplimos, nuestro cerebro incrementa sus niveles de dopamina. Por eso es conveniente establecer pequeñas metas diarias y otras a mediano y largo plazo, que nos mantengan en conciencia de objetivos cumplidos continuamente.
- Endorfina, la que aminora el dolor
Es la que favorece que ocurra una sensación de euforia que matiza el dolor físico para hacernos sentir bien y que se libera como resultado de la activación por el estrés o el dolor. Su deficiencia puede provocar depresión y desequilibrio emocional. Es un anestésico natural del cuerpo que eleva el umbral de dolor y se puede detonar de muchas formas: al trabajar en equipo, al reunirnos con amigos, al bailar, caminar, practicar juegos de mesa y hasta al comer algo picante -pues libera opiáceos naturales-. A esta sensación de bienestar se suma ver películas tristes con otras personas, que contribuye a mejorar un sentimiento de unidad con el grupo.
- Oxitocina, la que reduce el estrés
Este químico es responsable del apego, del afecto y del amor. Con un abrazo se elevan los niveles de oxitocina que nos proporcionan una sensación de plenitud emocional. La meditación y las labores altruistas de ayuda a los demás son también sus detonadores. El vínculo con otros miembros de la sociedad es de vital importancia para la supervivencia de las especies pues favorece la reproducción y la protección contra enemigos comunes y cataclismos ambientales. La exclusión del grupo produce trastornos físicos y mentales en la persona. La oxitocina refuerza la confianza y favorece relaciones emocionales fuertes.
- Serotonina, la responsable de nuestro buen ánimo
Es la que favorece el apetito y regula el sueño. los bajos niveles de ella contribuyen a exaltar sentimientos de soledad y depresión, esta última la causa más importante de discapacidad a nivel mundial. Por el contrario, este químico en nuestro cerebro es el que nos hace “sentir importantes”. Los niveles de serotonina se activan con el ejercicio aeróbico al aire libre, con una caminata energética, recibiendo un masaje, disfrutando de la naturaleza, agradeciendo a diario las bondades que recibimos y mirando fotografías que evoquen recuerdos felices.
- Melatonina, la que regula el sueño y la vigilia
Conocida también como la hormona vampiro, es un regulador de intensidad, apagando las funciones diurnas y encendiendo las nocturnas. Es la que le comunica al cuerpo que es hora de dormir contribuye a mejorar la calidad del sueño, incluida la capacidad de despertar con sensación de pleno descanso y renovación. Para activar la melatonina es conveniente evitar las pantallas de celulares, televisión y computadora una o dos horas antes de dormir, pues se libera en ausencia de luz. Si se toma como suplemento no es adictiva, pero puede provocar somnolencia al despertar si la dosis es mayor a la que se necesita. Es conveniente consultar al médico y partir de una dosis de un miligramo con un tope de hasta cinco.
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