Dos grandes enemigos de la actividad sexual son los que disminuyen la lubricación en las mujeres y la erección en los hombres.
Después de los 55 años pueden llegar condiciones de salud que dificulten las relaciones entre parejas. Los enemigos de la actividad sexual son todos los que nos impiden disfrutar del sexo, como hemos estado acostumbrados hasta este momento. Vamos a explorar los problemas más comunes y sus posibles soluciones para gozarlo hasta el fin de nuestros días.
En la mayoría de los casos las personas que han cuidado su salud y su alimentación llegan a esta tercera fase de la vida con un declive menor en sus potencialidades, que les permite seguir funcionando como antes. Solo debemos tener en cuenta ciertas cuestiones (que se resuelven de manera sencilla, en muchos casos) y segur disfrutando de esto que es un derecho y un placer.
Ya conocemos los enormes beneficios de una actividad sexual continua durante las diferentes etapas de nuestra vida y sabemos también que con el paso de los años pueden surgir enfermedades, padecimientos y otras cuestiones que pueden interferir con su desempeño. Poco a poco las iremos explorando.
Los dos grandes enemigos de la vida sexual que nos ocupan hoy son los que disminuyen la lubricación en las mujeres y la erección en los hombres.
Lubricación y erección
Una buena lubricación en las mujeres y una buena erección en los hombres son indispensables para el desempeño sexual. Las mujeres pueden presentar resequedad derivada de los cambios físicos que se presentan durante la menopausia, que se manifiesta con un adelgazamiento y rigidez de las paredes vaginales. Esto es algo imperceptible al tacto y a la vista, sin embargo, puede sentirse durante el encuentro sexual como una molestia -para la que existen múltiples soluciones como lubricantes de base acuosa y condones lubricados que puede recomendar tu ginecólogo. Además de la pérdida de lubricantes también se puede experimentar una baja en el deseo sexual por la disminución de testosterona, que es la hormona del deseo. En los dos casos la terapia de sustitución hormonal puede ayudar, es decir, tanto para una mejor lubricación como para incrementar el deseo sexual -pregunta a tu médico si eres candidata. De no ser el caso, o de preferirlo, también existen geles para una hidratación profunda que funcionan perfectamente bien, al igual que suplementos naturales para incrementar la libido.
Los hombres pueden experimentar una disminución en la capacidad de lograr y mantener una erección al llegar a esta etapa, puede no ser tan turgente como solía ser y transcurrir más tiempo entre una y otra. Para esto existen muchas vías de solución (pastillas, inyecciones y demás) que se consiguen en el mostrador de la farmacia. En el caso de haber sido sometido a una cirugía de próstata es el médico el que puede poner a tu alcance las diferentes soluciones a esto -hay varias-, pero recuerda que nada hay más poderoso que una pareja que te guste -no es requisito que tenga un cuerpo perfecto- y con quien te la pases bien. Esto ha resultado muy positivo en casos como este.
Algunas enfermedades son detonantes de estos problemas, como la diabetes que puede causar disfunción eréctil en los hombres e infecciones vaginales por hongos en las mujeres. Los hombres con diabetes tipo 2 tienen 66 por ciento más probabiliddes de padecer disfunción eréctil y los altos niveles de azúcar en la sangre ocasionan esa condición de infección vaginal en las mujeres, al igual que una disminución del deseo sexual en ambos, según datos de un metanálisis sistemático de 2017, publicado por la revista AARP (10 señales furtivas de la diabetes). En los dos casos se debe ir con el especialista para que indique el tratamiento adecuado.
De igual manera algunos medicamentos pueden interferir con la sexualidad (antidepresivos, antihistamínicos, tranquilizantes, para las úlceras, para el cancer y otros más) por lo que si algo no está saliendo bien es conveniente preguntar al médico si alguno de ellos puede ser la razón y pedir que sea sustituido por otro. Lo importante es saber que todo se puede corregir.
Las parejas de toda la vida tienen la ventaja de que se conocen, han echado raíces y tienen la confianza para hablar de los cambios que se van presentando para afrontarlos juntos. Esto los une más. Y aquellas que no tienen esa confianza es porque no han llegado a esta etapa en los mejores términos con el compañero de vida. Esto es algo que puede resolverse en caso de que ambos estén de acuerdo, pero si la relación llegó a su fin se puede buscar a otro compañero o compañera. Estamos hechos para estar en grupo, somos gregarios, si termina una relación de pareja lo que hay que buscar es un compañero o compañera y con el trato continuado puede surgir el amor. Este no crece en maceta, es algo que se construye día a día.
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