¿Qué alimenta el amor y qué alimenta el deseo?
“La idea de que tendremos la misma pareja toda la vida, que para eso se casa uno y que no habrá nadie más, es obsoleta, la base de este razonamiento es una construcción social. El amor de verdad no es eso, ni biológica, ni emocional, ni físicamente estamos hechos para eso.”
Esto nos dijo la reconocida comunicóloga especializada en sexología Verónica Maza Bustamante, quien asegura que “infancia es destino y todo lo que sucede en la adolescencia te marca.” “Cuando una persona percibe rechazo en sus años mozos se percibe a lo largo de su vida como poco atractiva, aunque no lo sea.”
La inteligencia erótica tiene premisas interesantes y México es punta de lanza en sexología, pues los expertos en el tema están marcando tendencia.
En este sentido es clara la diferencia entre aquello que alimenta el amor y lo que alimenta el deseo. Es importante saber qué aporta cada uno (el amor y el deseo) para la relación que queremos construir. “En 55más lo que buscan muchas personas es acuerparse -entendido como un apoyo de alguien más-, complementarse, la convivencia, el amor y caminar juntos. Ya si pasa algo más, es otra cosa.”, enfatizó Verónica Maza.
¿Qué alimenta el amor?
Seguridad: Al amor lo alimenta la seguridad, esa sensación de sentirnos protegidos, cuidados, mimados y queridos. Cuando alguien entra en nuestra vida se produce una invasión a nuestra intimidad, a nuestro entorno. Al rebasar este encuentro cercano y estar cómodos con esa presencia es que hemos aceptado esa invasión y nos hemos apropiado de ella, para poder compartirla con nuestro compañero o compañera. En ese momento se empieza a cimentar la seguridad, esa que fortalece lo indecible una relación. La seguridad nos la da la tranquilidad de saber que estamos con alguien que se quiere quedar con nosotros hasta el final y que se preocupa por nuestro bienestar más allá del tiempo en que estemos juntos. Se construye siendo consecuentes con lo que decimos y lo que hacemos, así como con un profundo respeto por el otro.
Rituales: Los rituales que practicamos a diario, la manera como nos relacionamos con la pareja, esas pequeñas cosas que hacemos para dejar en claro la importancia que tiene para nosotros son otro elemento que alimenta al amor. El ritual del despertar que incluye el primer café en la cama o en la terraza es un elemento aglutinador de la pareja, que en 55más es posible pues ya pueden ser más relajadas las primeras horas del día. Todo lo que hacemos juntos contribuye a solidificar el amor. Son rituales de unión.
Cotidianeidad: Compartir la vida con alguien, cada momento, conocerse en todos los ambientes, situaciones y estados de ánimo, convivir con el mundo de la otra persona y mirar ambos en la misma dirección puede ser una de las formas más increíbles de manifestación del amor que puedan existir. La cotidianeidad alimenta al amor, compartir una película, una serie o una plática a diario es signo de una gran compenetración, algo que hace que la vida sea linda, como debe ser. Es a lo que aspiramos en esta etapa de la vida.
Confianza: Según la Real Academia Española de la Lengua, es la esperanza firme que se tiene de alguien o algo o la seguridad que alguien tiene en sí mismo. Saber que nuestra pareja siempre va a estar ahí, con nosotros, apoyándonos es primordial. Conocerse mutuamente, aceptarse y mostrarse son signos inequívocos de una gran confianza, algo que debemos tener en una relación que verdaderamente valga la pena. Abrirse y conocer los límites del otro, respetarlos, permite que se de esa confianza que hace la vida tan confortable.
¿Qué alimenta el deseo?
Lo prohibido: Lo que está vedado es atractivo, pero más que una atracción, es un deseo. Esto se deriva de la necesidad del ser humano de conocer y explorar. Lo prohibido está en el subconsciente y sale a la superficie de muchas maneras. Una persona puede ser prohibida porque se sale de los cánones sociales, de edad, familiares o por estar comprometida. El tener al alcance a alguien prohibido desata fantasías que contribuyen a avivar el deseo. es el momento de poner las cosas en la balanza y no perder lo más por lo menos, ya que el amor es duradero y el deseo es temporal.
Lo secreto: La atracción de dos personas que deben mantener en secreto es combustible para atizar el deseo ya que se ha generado un universo paralelo en el que solo están ellas dos y es lo que las une frente al mundo. Se crea un vínculo falso a partir de que no debe ser revelada su existencia, lo que la convierte en una especie de tesoro. Cuando existe un triángulo en el que está presente este elemento llega el momento de tomar una decisión para no traicionar la confianza.
Lo que jamás hemos hecho: Hacer algo por primera vez tiene una magia especial. El primer beso, la primera caricia el primer encuentro erótico son imborrables pues es allí donde nos damos cuenta de qué tanto puede llegar a calar ese amor. Con el tiempo se va diluyendo la intensidad del amor nuevo y lo que prevalece son los elementos realmente aglutinadores de esa relación. Para mantener vivo el deseo es bueno ser creativos, hacer el amor de una manera distinta cada día, acariciar con distinta intensidad, incorporar juguetes sexuales o roles divertidos a la relación, jugar con la pareja y hacer del todo algo muy divertido.
La infidelidad
“La infidelidad es un sentimiento negativamente impactante que surge cuando hay una pareja secundaria sin consenso”, nos dice Verónica Maza Bustamante. “Cuando se inicia una relación es básico hablar de acuerdos, de cómo será la relación, si se espera fidelidad o si se está de acuerdo con que sea algo abierto.”
“Parejas que se separaron o enviudaron de una relación más clásica están reconstruyendo su erótica con nuevas parejas con las que desde un principio establecen acuerdos, se preguntan qué tan fieles van a ser, ya tienen hijos grandes y ya lo hacen por compañía, amor y diversión. Así evitas traicionar a la persona”
“Si el acuerdo es ser fieles, se debe respetar. La traición no es haber compartido fluidos, no es haber metido o sacado algo, el meollo del asunto es la traición, si no hay acuerdos, todo se confunde.”
“Cuando comprende uno todo esto, resignifica el vínculo con la pareja, te vas por el camino de la sexualidad sagrada, de una compenetración más allá del cuerpo mismo, se te quitan las ganas de tener sexo con otras personas, porque estás intercambiando una energía valiosísima, no solo mi cuerpo”.
“Si yo con mi pareja tengo esa erótica trascendental donde mi energía está en buenas manos, ¿porqué voy a querer o a buscar algo más”.
Sugar daddy y sugar mummy
“El concepto de sugar daddy y sugar mummy se refiere al encuentro coital con una pareja a la que le das dinero -o no- y generalmente es para presumir a los demás”, enfatiza Verónica Maza, y agrega que “esta no es una práctica erótica sino una decisión de vida”.
“La viudez si está cambiando patrones. El COVID nos puso en la reflexión de hacia dónde estoy llevando mi vida. Quienes vuelven a estar en la soltería en una edad mayor, ya se relajaron y dicen, me voy al club de tango, me voy de viaje, a bailar.”
“Eso es eros, el fuego que todos tenemos dentro. Es la vida misma, si negamos eros es como negar nuestra vida”. “A cualquier edad entender este fuego interno que tenemos más allá de lo coital y lo genital nos ayuda a tener una vida erótica plena, una vida de constante disfrute”.
“Yo tengo un proyecto, placer constante, echar las cazuelas para encontrar el placer en todos los momentos de tu vida cotidiana. Cada paso, cada respirar, es placer. Hay que concientizar el placer.”
Vero Maza concluyó: “Recuperen ese placer en la vida cotidiana y más que una pareja secundaria o una sugar baby, está mejor entrarle a comernos la realidad.”
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