Canadá, paraíso de invierno

Uno de los grandes placeres en esta etapa de la vida a los 55más es viajar, es cuando tenemos el tiempo, la calma, la serenidad y la mirada abierta a las bellezas de la naturaleza.

Un destino muy atractivo es Canadá, donde el invierno es espectacular con su paisaje nevado como en los cuentos de fantasía que dibujamos en nuestra mente cuando éramos niños. Las historias navideñas y la leyenda de Santa Claus se ubican en este escenario blanco del que emerge la figura regordeta y amable de un hombre que carga en su trineo regalos envueltos en papeles multicolores para los niños del mundo.

En el oeste canadiense hay una exquisita villa peatonal, Whistler. En invierno permite emocionantes descensos y recorridos en esquí o en snowboard en paisajes subyugantes;

En verano es visitado por los golfistas y por quienes disfrutan del ciclismo de montaña y el senderismo. Está muy cerca de Vancouver, que es la puerta de entrada a este maravilloso entorno.

Vancouver, por su parte, es una ciudad apacible que es una mezcla de mar, montaña y vida cosmopolita que invita a contemplar la naturaleza y a meditar. Tiene montañas, museos, barrios para todos los gustos;  del puerto de Vancouver también es posible partir a Alaska en un crucero.

En marzo sorprenden los cerezos en flor, agosto y septiembre se llena de tonos rojizos y cobrizos y en Navidad es tiempo de ir a tocar la nieve, de jugar con ella.

Cerca de Vancouver hay tres montañas y toma 20 minutos llegar a una de ellas para esquiar, disfrutar de tirolesas, patinaje en hielo, convivir con los renos o disfrutar de un trineo o una caminata usando raquetas para la  nieve que se ajustan a nuestro calzado, que nos permiten avanzar sin hundirnos. Se disfruta de una gran experiencia invernal y al bajar de la montaña se puede jugar golf en febrero.

El frío es muy distinto en el Este y en el Oeste canadiense. Montreal es una ciudad muy bonita, en el Este, donde la temperatura llega a 40 grados bajo cero. Vancouver está en el Oeste y el frío va de 0 a -5 o -10 grados centígrados.

Esquiar

Para llegar a la estación de esquí de Whistler se toma una carretera con vista maravillosa cuyo recorrido toma dos horas desde el centro de Vancouver. Es la Sea-to-Sky Highway y es la carretera del mar de Vancouver al cielo de las montañas de Whistler. Aquellos que no desean esquiar pueden subir a la góndola Peak to Peak sin equipo de esquiar para solo disfrutar de las panorámicas.

Las dos montañas de Whistler se conectan por una góndola que las comunica entre sí en 11 minutos. Se puede pasear en moto nieve, tomar un trineo jalado por perros o caballos, subir a la montaña en un pequeño tractor y disfrutar de una fondue en la montaña en una cena con vino y música.

Además de las opciones de esquí, como el CrossCountry (es como una caminata en esquís delgados para un ejercicio bárbaro), hay otras muchas de senderismo en nieve para quienes ya terminaron de esquiar o prefieren otras actividades.

Lugares de reunión

Las montañas de Whistler y Blackcomb tienen a sus pies diferentes restaurantes y cafecitos para la reunión de toda la familia mientras los hijos siguen esquiando. Los abuelos pueden tomar chocolate caliente y los más pequeños jugar en la guardería o tomar sus primeras clases de esquí.

La tarde es ideal para las compras porque la villa cuenta con más de 300 tiendas, ir al spa o paladear una copa de vino con ostiones, sushi o el característico salmón glaseado con maple.

La oferta gastronómica en Vancouver es buenísima, en el último año nueve restaurantes de Vancouver obtuvieron una estrella Michelin.

El barrio chino es emblemático pues ahí se creó Vancouver y su visita es muy atractiva.

Vancouver es una ciudad joven. Su población tiene una gran vitalidad, está consciente de la sustentabilidad y de la importancia del yoga, muy apreciado, por lo que se encuentran muchas marcas de ropa para su práctica.

El barrio de Yaletown, que es como Puerto Madero en Argentina, tiene unas bodegas adaptadas a bares y restaurantes donde se escucha jazz de la mejor calidad. Michael Buble es oriundo de Vancouver y sus pininos en el jazz los hizo en Yaletown.

Para recrear el espíritu están las galerías de arte y las que despliegan a los grupos de las primeras naciones. Dentro de la Universidad de Columbia Británica está el Museo de Antropología, en donde se puede uno pasar horas entre los tótems, los tallados de madera y en la galería con las piezas -en madera y piedras preciosas- del escultor canadiense Bill Reid, que no se ven en otro lado.

La calle de Robson es la de las compras, en donde se encuentran todas las marcas, los artistas locales y también los McArthurGlen Outlets, una cadena europea que llegó a Vancouver en 2015.

Uno de los sitios obligados por su belleza es Stanley Park, un poco como el Central Park de Nueva York o Chapultepec en México. Es un enorme parque maravilloso con el acuario de Vancouver y restaurantes dentro de él.

En Vancouver no se necesita coche, es una ciudad caminable de punta a punta. Se puede equiparar con Nueva York o Boston con esa combinación de edificios altos, edificios bajos y parques alrededor.

Es el triángulo de oro integrado por Victoria, Vancouver y Whistler

Cómo llegar

Vancouver tiene vuelos directos desde México, Cancún y Puerto Vallarta. Cada día crece la oferta pues es muy fácil ir, ya no se necesita visa y solo se pagan siete dólares para el ETA (Electronic Travel Authorization), con lo que se obtiene autorización para entrar por toda la vigencia del pasaporte.

Alojamiento

Para un pleno disfrute y tener la experiencia total es conveniente tener tres o cuatro noches en Vancouver y después dos o tres días en Whistler.  Un obligado es el famoso té de la tarde en la Isla Vancouver, en la ciudad de Victoria. Esta es la parte inglesa.

Los Fairmonty los Four Seasons son la oferta de hoteles canadienses, como también hay una oferta de gama media y baja y hostales para gente joven. Otra opción es Airbnb a precios competitivos del mercado.

Presupuesto

Por lo menos se necesita un presupuesto de 30 a 40 dólares por comida.

Los hoteles se consiguen desde 150 dólares por noche hasta lo que la persona quiera pagar.

El tipo de cambio del dólar canadiense es 30 por ciento menos que el norteamericano, por lo que rinde mucho más.

De esto y mucho más nos habló Daniela Santibáñez, representante en México de Destination Vancouver y Tourismo Whistler, en el episodio 34 del podcast de 55más. Acompaña a Marisa de León y el Maestro Enrique Vigil a esta plática para descubrir lugares fascinantes inimaginables que pueden hacer cumplir uno de los puntos por descubrir en esta etapa de la vida.

Si quieres tener una experiencia única en la nieve contacta a Daniela Santibáñez. Correo: daniela@livenow.mx.  

trade.whistler.com

https://www.destinationvancouver.com/visitavancouver/

Para escuchar el episodio 34 del podcast de 55más, con las descripciones de lugares fascinantes en el oeste canadiense, lleva el cursor hasta abajo y allí encontrarás la liga de Spotify para este contenido. Te va a gustar.

Te invitamos a escuchar 55mas.live, la estación de radio por streaming con música de diferentes décadas para acompañarte a donde quieras.

Tú, ¿qué opinas? Te leo. Espero tus comentarios en marisa@55mas.com o en mis redes:
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