Los juguetes sexuales nos ayudan a alcanzar el orgasmo y son tan recomendables como el ejercicio y la comida saludable.
Cuando tenemos en las manos un juguete sexual entramos en contacto con nuestra parte más íntima, aquella que nos proporciona placer. Un juguete sexual es para cualquier persona, se puede usar en pareja y también en solitario.
Ya quedaron atrás los tiempos en los que entrar a una tienda de juguetes sexuales era como ir a una zona prohibida en la que las personas deseaban no ser vistas. Actualmente han proliferado y cada día se exhiben en espacios más amplios. Los hay de todas las formas, colores y tamaños, tanto para hombres como para mujeres, y se pueden encontrar en la mayoría de los centros comerciales.
El primer juguete sexual
En 2005, a 150 kilómetros de Munich, Alemania, se encontró un yacimiento arqueológico importante, Hole Fels, con vestigios el paleolítico superior -hace unos 22 mil años-, donde apareció el que hoy se reconoce como el primer juguete sexual del mundo, un falo de piedra de unos 20 centímetros que data de hace 28 mil años. Este descubrimiento es importante pues es más común encontrar objetos antiguos como representaciones de órganos sexuales femeninos. El falo de Hohle Fels era utilizado para uso sexual -según los expertos- con cuerdas para recubrirlo, pues estaba demasiado pulido y era agresivo para la suavidad de los tejidos femeninos. La razón por la que los juguetes sexuales son en su mayoría reminiscencias fálicas se debe a que servían como arma arrojadiza en contra de los deseos sexuales femeninos.
En la Grecia Antigua se recomendaba el uso de estos para prevenir la histeria -cambios de humor, estrés, etc.- para la que incluso había un tratamiento, la masturbación asistida, en la que el médico le daba un masaje pélvico a la mujer hasta llegar al orgasmo. Hoy también se sabe que la histeria puede hacer presa de los hombres, aunque el término viene del griego “hysteron” que significa útero.
Cleopatra, la reina del Antiguo Egipto, usaba calabazas huecas en las que introducía abejas para producir vibraciones que le producían placer.
Fue en la segunda mitad del siglo XX cuando el vibrador se convirtió en un instrumento de puro placer y fue inventado cien años antes para aliviar a las mujeres que experimentaban baja libido, al llevarlas a alcanzar el orgasmo.
Los vibradores en la actualidad
En la actualidad los juguetes sexuales se usan en solitario y también en pareja y han evolucionado con la tecnología. Los vibradores son los más difundidos y utilizados. Existen en forma de dildo, es decir, en forma fálica, pero han cambiado mucho desde la antigüedad. Además de vibradores hay succionadores, anillos, plugs y bolas chinas.
Los vibradores están muy diversificados, los hay muy pequeños que son para el clítoris y pueden utilizarse también en pareja durante el coito. Los hay de mayor longitud para estimular el Punto Gde las mujeres y, para los hombres, los que dan un masaje a los testículos y el glande. También existen los plugs anales.
El uso de los vibradores es útil para lograr una estimulación profunda que permita superar la falta de libido al contribuir a la hidratación del aparato sexual femenino, al tiempo que potencian la estimulación fálica en el hombre.
Esto es una aportación importante pues muchas mujeres no pueden alcanzar el orgasmo con la penetración y necesitan de la estimulación del clítoris para lograrlo. De esta manera ambos pueden experimentar placer.
Uno de los aspectos que hacen que se deje de practicar el sexo es que se va tornando monótono con el tiempo. Los vibradores son una manera eficaz de romper esa monotonía al incrementar la sensación de placer.
Los anillos en la actualidad
Si los vibradores son ideales para aumentar la libido en las mujeres los anillos lo son para aumentar la rigidez y la duración de una erección en los hombres. Se usan en la base del pene, esto permite que la sangre se acumule y evitan que se salga para un mejor desempeño sexual.
Es importante que los anillos estén limpios a la hora de usarse -así como todos los juguetes sexuales- y lubricados para que no lastimen. Al terminar se debe retirar pues no es conveniente que permanezca durante periodos prolongados, ya que puede dañar el tejido cavernoso y delicado del pene.
Antes de usar un anillo sexual es recomendable saber que no existen condiciones de riesgo como problemas circulatorios (que pueden empeorar con su uso), alergias a los materiales con que son construidos o si existen problemas de erección que pueden agravarse.
Los anillos son juguetes sexuales, no un tratamiento para la disfunción sexual. Si existe esta situación se debe consultar a un médico que determine el tratamiento adecuado.
Y, como es lógico, hay que detener su uso ante cualquier molestia o dolor.
La vida sexual tiene muchos aliados hoy en día. Para 55más existen muchas opciones para disfrutarla. Se pueden rebasar problemas inherentes a esta etapa de la vida, hay lubricantes, estimuladores, avivadores de la pasión a los que podemos recurrir para tener en esta etapa el mejor sexo de nuestras vidas, ya sea en solitario o en pareja.
Tú, ¿qué opinas? Te leo. Espero tus comentarios en marisadeleon@55mas.com o en mis redes:
Facebook: Marisa De León Arriola
Twitter: @deleonradio123
LinkedIn: Marisa De León Arriola
Instagram: Marisa de León Arriola
Fuentes:
Te invito a escuchar 55mas.live donde encontrarás la mejor música de varias décadas para acompañarte a donde quieras. 55mas.live es para ti.
55más.com
Deja un comentario