Cinco cuidados de la piel para 55 más

El skincare que te hará ver más joven.

55 más el momento justo para cuidar nuestra piel que es el órgano más grande de nuestro cuerpo, el de mayor superficie y tiene la función de adaptarnos y conectarnos con el medio ambiente. 

Mide entre 1 y 2 metros cuadrados y puede llegar a pesar hasta 4 kilos. Con el paso de los años, la piel va perdiendo grosor, se hace más delgada, pierde grasa, que es ese colchoncito que dejamos de tener en el rostro, ese al que se le conoce como “baby fat”. Se va volviendo seca y escamosa, aparecen enrojecimientos, los moretones tardan en desaparecer y se forman una especie de bolsas que son excrecencias de la piel. Bonita cosa. 

Todas esas “monadas” aparecen tarde o temprano y serán más tempranas y evidentes si nos exponemos a los rayos del sol por efectos prolongados, si no bebemos suficiente agua y si no cuidamos de nuestra piel. Ya no digamos si padecemos enfermedades, como la diabetes, que también la afectan. Por eso es importante hacer todo por sentirnos, vernos y estar bien. 

Aquí tenemos cinco cuidados de la piel para 55 más: 

1. Hidratarla: Es prioritario. Debemos tomar al menos 2 litros y medio de agua al día, que limpiará nuestro cuerpo de toxinas y se reflejará en una piel suave y tersa. Y, también, como dicen en los anuncios: “come frutas y verduras”. 

No tengo ni que decirlo, pero lo digo, las bebidas carbonatadas y los tragos no cuentan. De no beber suficientes líquidos, aparecerán arrugas -todavía más-, resequedad y hasta descamación. ¡Qué cosa! Yo me llevo mi botella de Bonafont a todos lados. 

2. Limpiarla: Debemos usar jabones suaves, para piel delicada. Los hay con emolientes, que son más gentiles y son preferibles a los perfumados. A mí me funciona el jabón Dove. Algunas personas sienten que necesitan productos más potentes, pero éstos, con toda seguridad, la resecan. Y estarás de acuerdo en que hay que evitar todo aquello que contribuya a la resequedad de la piel. 

La temperatura del agua también es importante, es mejor templada, que muy caliente. Y la práctica de terminar la ducha con agua fría, para estimular el cuerpo, debemos hacerla con precaución, o, eliminarla. Nos podemos resfriar. 

3. Humectarla: Después del baño es bueno aplicar una crema humectante en todo el cuerpo, con énfasis en codos y rodillas, dando un masaje al hacerlo. La piel necesita de un ligero masaje al día y nosotros mismos nos lo podemos dar. Toma solo unos minutos. 

En rostro y cuello es recomendable aplicar crema humectante de día y crema hidratante por la noche, dando también su lugar a los ojos. 

Para el cuidado del rostro existen cremas dermatológicas y cosméticas. Las primeras no alteran su estructura y las segundas sí generan un cambio en su apariencia. Yo prefiero las dermatológicas de Lierac para el uso diario y la mascarilla cosmética de La Prairie para un efecto inmediato. 

4. Protegerla del sol: Los cuidados de la piel deben incluir protegerla de los rayos solares, pues el efecto nocivo de la radiación ultravioleta es acumulativo. Esto quiere decir que, a mayor edad, mayor propensión a desarrollar cáncer de piel. 

Es recomendable caminar bajo la sombra, usar bloqueador con factor de protección solar de más del 50% cuando se está expuesto. usar ropa clara, holgada y de fibras naturales y gorra o sombrero. 

5. Dormir: Mientras dormimos nuestra piel se repara, se regenera, se realiza la producción de nuevas células. 

Cuando no dormimos bien empiezan a aparecer ojeras, arrugas, bolsas y enrojecimientos, nos vemos y nos sentimos cansados, la piel pierde brillo, se reseca y nos estresamos. Nada agradable. 

El insomnio es un enemigo silencioso e imperceptible, que hace mucho daño. Por eso es importante dormir entre 7 y 8 horas al día, para darle la oportunidad a nuestro cuerpo de que se reinicie cada mañana y que esté listo para seguir en la batalla, para disfrutar la vida. ¡Ánimo!

MDLA

Fuentes:
Cosmeatra: Claudia Solano Esquivel.