Había una canción de los setenta que se llamaba 24 horas de soledad.
Siempre me gustó, y siempre me gustó también abrir esa pausa de vez en cuando para alinear la vida.
24 horas de silencio y aislamiento te ponen en contacto con tu persona, es un espacio para revisar la vida, sus yerros y aciertos. Funciona hoy igual que siempre… Tal vez debiera ser rutina. Encontrar un dia del mes para encontrarnos solamente con nosotros mismos. Tomaríamos mejores decisiones y viviríamos mejor alineados con eso que nos da dirección e intención allá dentro.
Estos días me conformaría con alinearme un poco el esqueleto, que se ha salido de su centro y me jode un poco la vida. Pero tengo claro que cada lesión y desgaste es resultado de vivir sin miedo y con entusiasmo. A veces demasiado.
A pesar de las facturas, sigo pensando que el tiempo, el cuerpo y la vida, son para usarse y disfrutar alegremente. Igual que la ropa cara y los bienes. El tiempo corre parejo sentados o volando sobre el mundo. Prefiero lo segundo, siempre.
Proyecto y acción. Ya habrá tiempo de sobra al final para descansar y recordar las aventuras.
Siempre será mejor vivir nuevas.
http://www.facebook.com/albertolastra.39
www.albertolastra.com
www.55mas.com
Deja un comentario